El aumento de la demanda del fenómeno Senior Cohousing plantea la implicación de todos los sectores de la sociedad
Redacción Madurez Activa
El tipo de Vivienda Colaborativa, o escenario de convivencia y colaboración, que naciera en Dinamarca a finales de los años 60, ha sido el modelo que han seguido las personas mayores en España para participar en el diseño, gestión y desarrollo de alternativas residenciales que convierten en sus hogares para vivir con plena autonomía, dentro de una comunidad solidaria. Actualmente, esta iniciativa ciudadana se ha unificado bajo el nombre de Cohousing, un fenómeno cada vez más extendido por sus óptimos resultados, y como un pilar de la construcción de una sociedad para todas las edades, por implicar a todos los sectores de la ciudadanía.
La creciente demanda que existe actualmente en este tipo de viviendas colaborativas, está dando lugar a atender más a fondo este fenómeno, conocer hacia dónde se dirige y cómo se resuelve esta necesidad, con soluciones de participación en convivencia a partir de casos prácticos puestos en marcha. Por este motivo, el Imserso ha organizado jornadas informativas y reflexiva sobre lo que significa el Cohousing: “Autonomía y participación en la creación de alternativas residenciales”, porque entiende que esta fórmula, de reconocimiento internacional, se emplea de forma efectiva en las personas mayores y otros colectivos vulnerables, según asegura el Secretario General del Imserso, Francisco Ferrandis. Asimismo, advierte que en este modelo de vivienda confluyen aspectos financieros, urbanísticos y sociales que necesita de la implicación de todos los sectores y administraciones públicas.
El Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas del Imserso (Ceapat) fue el encargado de acoger en su sede a expertos internacionales, nacionales y protagonistas de proyectos puestos en marcha, como Trabensol (Madrid) y Profuturo (Valladolid) para dar respuesta al enfoque de modelo arquitectónico residencial, con un proyecto integral que genera un estilo de vida autónomo y de inclusión en la comunidad, con la participación de las propias personas mayores usuarias.
Modelo residencial coherente
Cohousing nace de un “vivero de iniciativas ciudadanas” que desarrollan casas o apartamentos privados con su cocina propia, salón comedor, etc., junto con amplios espacios y facilidades comunes: salas multiusos, biblioteca, talleres, zonas verdes, espacios para los niños, cafetería-restaurante, gimnasio, piscina, e incluso consulta médica geriátrica. Esta forma de vivienda comenzó en Dinamarca a finales de los años 60 y se extendió a Norte América a finales de los 80. En España, las personas mayores son las pioneras en realizar esta forma de vida que conduce a una ayuda mutua que refuerza su autonomía personal y, por ende, un envejecimiento activo en comunidad, incluidas las personas con dependencia y con discapacidad.
Su éxito se debe a que las personas mayores cada vez cuentan con una vida más larga, y por tanto, una vez llegada la edad de la jubilación, buscan:
Con estas condiciones, el Cohousing tiene mucho sentido, según comentaron los expertos, ya que propicia la ayuda de unos a otros, y la dota de unas características privilegiadas:
Adelantando el futuro
Entre las sugerencias del panel de expertos participantes en esta jornada, quedó claro que para desarrollar óptimamente este modelo de vivienda colaborativa se necesitan cuatro variables imprescindibles: Investigación, Divulgación, Asesoramiento y Asociacionismo. El criterio común se basa en que se necesita de todos (en el Cohousing, uno más uno son tres, comentaba el profesor Charles Durret) para crear nuevas comunidades adaptadas a los cambios de las propias personas mayores. Por ejemplo, en algunas comparten coche, o se construye el parking en una zona común para que los vecinos puedan verse todos los días. También se organizan tertulias “cuyo principal tema es la vida allí”, de lecturas en la guardería en la que comparten nietos y vivencias, o bien en el “salón del silencio”, que han creado los residentes de Trabensol, tan necesario algunas veces.
Esta participación creativa también ha llevado a las personas mayores a adelantarse al futuro y “sentar bases para generaciones venideras”, como es el diseñar construcciones sostenibles, con paneles solares, edificios bioclimáticos, que no solo son positivas con el medioambiente sino que son más económicas. Todos los usuarios de Cohousing participantes en las jornadas coincidieron en la bajada de las distintas facturas, y entre las más significativas, la de la luz.
En este sentido, las personas mayores que se han embaucado en esta iniciativa a través de cooperativas, creen que el Cohousing ha despertado el interés de los medios de comunicación, a través de la difusión, pero no de las administraciones públicas “que deben ocuparse también de estas edificaciones que con tanto esfuerzo hemos construido y que tantas mejoras aportan a los mayores”; por ejemplo, adaptando las leyes a una nueva forma de participación que los mayores están consiguiendo, y que tendrá que ser de interés “a corto plazo” para los futuros planes urbanísticos. Si el modelo apunta a convertirse en “urbanización” - el complejo residencial Profuturo en Valladolid, de 127 apartamentos, es un proyecto completamente urbano, está en la propia ciudad- hay que entender que en los planes urbanísticos tienen que dejar espacios para este tipo de proyectos “donde convivan padre, hijos, nietos”, aminorar los gastos y ser mayor sin sentirse solo.
En lo referente a la fiscalidad, también existen muchas trabas que según expertos y usuarios, necesitan ser reguladas, como por ejemplo si están exentos de IVA al ser sin ánimo de lucro o si repercute el IVA que están pagando, entre otras, para ello, piden sentarse con la Administración a corto plazo.
El principio de la dignidad
En lo referente al modo convivencial, coinciden los usuarios en querer liderar sus propios proyectos de vida, para ello también incluyen a personas mayores son distinto grado de dependencia y discapacidad. Que exista un modelo Cohousing o que las antiguas residencias se conviertan en vivienda, solo responde a un principio: la dignidad, es decir, autonomía personal, diversidad, libertad, seguridad, salud y participación, que no son más que el respeto a los derechos fundamentales de las personas.
Los expertos argumentan que en este tipo de vivienda es importante la personalización de los espacios, que garantice un equilibrio entre la privacidad y la comunidad, que tenga en cuenta las dimensiones de la subjetividad de las personas, que incluya la intergeneracionalidad.
En este sentido, el Cohousing es muy positivo para las personas con discapacidad o con distintos grados de dependencia, porque fomenta la conducta autónoma que responde a sus necesidades, y cuentan con espacios donde desarrollar las capacidades adquiridas. Puede ser un modelo integrador, de inclusión y que a su vez sea protector.
Por tanto, esta jornada mostró el interés por divulgar este conocimiento para que se investigue, se asesore y se tenga en cuenta entre las asociaciones de personas mayores, porque hay una tarea urgente y necesaria que está poniendo de manifiesto las nuevas demandas: Diseñar escenarios de futuro.
LOS EXPERTOS OPINAN
“Para trabajar en la autonomía personal nos vamos a tener que ayudar unos a otros, y la forma de vivir que propone el Cohousing tiene mucho que ver en este sentido”
“Esto no es una comuna ni un negocio. Esto es envejecimiento activo: yo diseño, yo participo, yo gestiono actividades… y eso es positivo para la salud”
“Se trata de un modelo social espontáneo, porque aunque un senior quiera privacidad, terminan pasando el día en el porche o en casa del vecino tomando unas cañas”
“Sugerimos que la Administración del Estado no solo se preocupe de las residencias de mayores, sino de estas edificaciones que hemos construido para ganar vida a lo años”
“Se trata de una oportunidad también para los profesionales, por ejemplo para el sector de la construcción y para el diseño de los futuros planes urbanísticos, en la que nos implicamos todos”
“Hay muchas preguntas en el aire ¿dónde queremos vivir? ¿es suficiente? ¿nos gusta lo que hay? ¿Cómo lo modificamos? Y hay que responderla con un principio fundamental: la dignidad”.
“¿Por qué el Cohousing es buena iniciativa para personas con discapacidad? Porque ahora se miran las historias de vida, y se puede convertir en un modelo integrador y protector”.
Más información
www.imserso.es (Formación especializada)
http://blog.jubilares.es/tag/cohousing