Por Eva Leal, Periodista.
Conferenciante, moderadora y conductora de Jornadas y congresos contra el maltrato y abuso a las personas mayores.
Claves del artículo
Cuando se conmemoran los 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, instituciones, profesionales, expertos y la propia sociedad recuerdan que el maltrato y la negligencia hacia las personas mayores es un problema social sustancial y todavía bastante oculto. De este modo, se están realizando distintas jornadas y encuentros para compartir un compromiso firme contra el abuso y maltrato, y dirigir el camino hacia el buen trato, la dignidad y la excelencia en el trato a las personas mayores.
Aunque ya se viene abordando en gran cantidad de foros institucionales, científicos e incluso de las ONG y sociedad civil, somos conscientes de que el abuso y el maltrato a las personas mayores y su detección son cuestiones que exigen mucho esfuerzo y han de abordarse con delicadeza y no sin dificultad.
Cada vez más organizadores y representantes de estas jornadas de concienciación contra esta lacra social invitan a seguir trabajando y abrir la mente para reconocer las diferentes formas, escenarios y maneras de trato contrario a la dignidad humana. En todos los contextos, desde puntos de vista y respuestas multisectoriales, existe un hecho único: el buen trato es un derecho universal.
El maltrato a las personas mayores es una realidad oculta, ocultada, y mucho más frecuente y cercana de lo que nos imaginamos, en un sinfín de ámbitos (institucional, profesional, familiar, social, ambiental…) Tal es el problema, que el Informe de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) 2018, ha dedicado su capítulo principal a la igualdad de trato para las personas mayores y el respeto de sus derechos fundamentales. De este modo, reconoce la creciente conciencia del problema y cómo están cambiando las políticas para respetar mejor sus derechos. El informe subraya la necesidad de ampliar la protección contra la discriminación por motivos de edad.
Derecho a decir “NO”
Entre las diversas entidades nacionales que han organizado jornadas de concienciación entre el maltrato y el abuso a personas mayores, se encuentran la Confederación Estatal de Mayores Activos (CONFEMAC) y la Confederación Estatal de Organizaciones de Mayores (CEOMA), ambas integrantes de la Comisión Interdisciplinar contra el Abuso y el Maltrato.
Las dos entidades mantienen un compromiso en sus programas con el objetivo de llegar al “Buen trato”, en un camino donde se hace necesaria y urgente la formación. Porque, a pesar que, afortunadamente, este tema esté “de moda”, desgraciadamente sigue existiendo, y además adoptando nuevas y modernas formas conforme avanza y progresa la nueva sociedad.
Continuando con la responsabilidad adquirida en las jornadas que organizó el Consejo Municipal de Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, en noviembre de 2018, CONFEMAC organizó el 6 de marzo en Sevilla la jornada “Todos contra el abuso y maltrato a las personas mayores. Hacia la dignidad y excelencia en el trato a las persona mayores”, financiada por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, junto a la colaboración y participación del Grupo social de la ONCE, CEOMA y la Asociación “Edad Dorada. Mensajeros de la paz”. Una Jornada que tiene continuidad en Badajoz y Valladolid.
En los encuentros se subrayó, sobre todo, el derecho de las personas mayores a decir “No” ante los abusos, entre ellos, los familiares cuando son ellas las que tienen que volver a alojar a los hijos en su casa, ayudarles económicamente y cuidar constantemente de los nietos renunciando al tiempo libre que en esta etapa les pertenece.
Aprendimos que hay que eliminar el proteccionismo a las personas mayores, cuando no les dejamos decidir por ellas mismas en algunos o distintos aspectos de su vida, como por ejemplo, dónde gastar el dinero o cómo utilizar su ocio.
Desde las instituciones ya existe un compromiso, y conocimos de primera mano, casos como el de las incapacitaciones innecesarias, la necesidad de empatizar en cada labor que se realiza con las personas mayores, el maltrato lingüístico incluso en los medios de comunicación cuando vulneran su dignidad en el vocabulario, y condicionando la realidad sin darla a conocer a los demás, y supimos que la justicia no resuelve los problemas, pero sí “protege y advierte”.
En la imagen la Mesa inaugural de la Jornada en Sevilla. De izda a derecha, el Presidente de la Confederación Estatal de Organizaciones de Mayores (CEOMA), Juan Manuel Martínez Gómez; el Director General de Personas Mayores y Pensiones no Contributivas de la Junta de Andalucía, Daniel Salvatierra Mesa; el Presidente de la Confederación Estatal de Mayores Activos (CONFEMAC), Vicente Barreiro Santaella; y el representante de la Asociación Nacional de Personas Mayores de la ONCE, Francisco Piñero Galindo. En el atril, la directora de la Plataforma Madurez Activa, Eva Leal, conductora del acto.
Formación necesaria y urgente
También se han dado a conocer las ayudas que existen ante esta lacra social, como la oferta de formación para las personas mayores, que pretende evitar y ayudar en casos de malos tratos y abusos, una formación que se hace necesaria y urgente, incluso para tratar el automaltrato y el sentimiento de culpa de estas personas…, y como contribución positiva también se puso de manifiesto el potencial que tiene la convivencia de los jóvenes con los mayores a través de programas universitarios, Erasmus e iniciativas similares que aportan un alto beneficio mutuo y optimizan además los recursos disponibles.
Precisamente otro ejemplo de formación y aprendizaje para la humanización en el entorno de las personas mayores, es el que ofrecieron los profesionales y expertos que trabajan en cuidar sin “sujeciones” en las residencias. A través de experiencias que ya están consolidadas desde distintas instituciones, se dio a conocer cómo se puede liberar a las personas mayores de las sujeciones mediante un intenso pero gratificante proceso que incorpora, además, elementos para la mejora de la calidad de vida de las personas mayores usuarias.
Quedó claro que en las carreras sanitarias no hay ciencia ni se enseña sobre las sujeciones, sin embargo la ley indica que éstas deben ser prescritas por un médico. Las experiencias conocidas demostraron y enseñaron que las sujeciones no eliminan el riesgo de caídas pero en cambio, se convierten en causa de grandes complicaciones.
Humanizarse para humanizar
De mano de profesionales y familiares cuidadores, se hizo hincapié en las iniciativas del “buen trato”, porque no sólo hay que prevenir los abusos, sino humanizarse para humanizar. Conocimos ejemplos básicos del buen trato, incluso en aspectos tan sencillos como la decoración, la ambientación, o simplemente acomodar los sillones alrededor de una mesa de camilla mirando al jardín, en vez de sentar a las personas mayores en fila con vistas a una pared.
Con todo se puede contribuir a humanizar, porque una cultura de responsabilidad es una cultura de seguridad, y así se subrayó haciendo referencia a un proverbio árabe: “Quien quiere hacer algo encuentra un medio; quien no quiere hacer nada encuentra una excusa”.
En este sentido, un multidisciplinar panel de expertos han abordado la necesidad de apoyarse en los profesionales con experiencias para cambiar ciertas normas que derivan en abusos y malos tratos, incluso se hizo un llamamiento a la importancia de contar con las propias personas mayores –organizadas- para ayudar en su prevención y erradicación. Como dato importante en este sentido, el 50% de las llamadas al teléfono del mayor de la Junta de Andalucía han sido para denunciar situaciones de detección de riesgo de maltrato o abandono, llegando en octubre a 4.276 llamadas.
Apostar por la emoción positiva
Hemos aprendido que para hacer algo hay primero que apostar, y así lo conocimos a través de la “emoción positiva” que aclama la psicología. Hay que dejar ser a las personas lo que siempre han sido y obligarlas a ser otra persona, y así con valores como la felicidad, la gratitud, el asombro, el amor, la serenidad entre muchas otras, entre todos podemos generar emoción positiva y no sólo gestionarla.
La conmemoración de los 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos es un buen impulso para la sensibilización, un paso hacia adelante para proponer los retos que llenarán el año 2019 y venideros. Estas Jornadas han sido una reflexión firme para que se siga generando los debates positivos que merecen este tema, y para arrojar no sólo conclusiones sino objetivos y metas reales que ayuden entre todos los sectores a dar soluciones, y lo más importante, ponerlas en práctica.
Compromiso firme
Representantes de instituciones, residencias, centros de Día y Participación Activa, médicos, psicólogos, trabajadores sociales, comunicadores… y las propias personas mayores han unido su compromiso en unas conclusiones que pueden servir de guía a toda la sociedad:
Qué podemos hacer desde los Medios de Comunicación
Como periodista y directora de la Plataforma Madurez Activa, puedo asegurar que los medios de comunicación, y entre ellos, los especializados, podemos ayudar a la sensibilización social en contra del maltrato a las personas mayores, y difundir las medidas necesarias para lograr el la excelencia en el buen trato hacia las personas mayores.
En este contexto, la Universidad de Lleida nos reunió a distintos profesionales de medios de comunicación en una jornada contra la violencia machista hacia las mujeres mayores y el maltrato generalizado a las personas mayores. Nos comprometimos no sólo a difundir sino a desarrollar actuaciones para ayudar en la erradicación de esta lacra social. Las conclusiones y objetivos, que pueden servir de guía a todos los mass media fueron los siguientes:
Todo esto se puede materializar en las llamadas palancas (cimientos del conocimiento, apoyo, ejes, y origen de sustento para buscar solución analizando la realidad, según los estrategas de telecomunicaciones) que aquí viene al caso. La realidad en la que vivimos somos todos, y todos vamos a envejecer. Tenemos que tener la capacidad en cada momento de apoyarnos en esas convicciones o palancas. Por tanto necesitamos: